¿En qué consiste la legalización de instalaciones de aire comprimido?

La legalización de instalaciones de aire comprimido es un proceso técnico y administrativo imprescindible para cualquier sistema. Garantiza que todos los equipos de presión cumplen con la normativa vigente y pueden operar de forma segura dentro de una planta industrial.

En BCN Compresores acompañamos a las empresas en todo este procedimiento, desde la instalación o revisión de los equipos hasta la entrega final del certificado emitido por la Generalitat de Catalunya.

Qué incluye el proceso de legalización de instalaciones de aire comprimido

Toda instalación que utilice aire comprimido debe disponer de un Certificado de Aire Comprimido EP7 o EP2, además de superar las pruebas hidrostáticas exigidas por el Departament d’Indústria. Este conjunto de requisitos busca garantizar la seguridad de los equipos a presión, evitar fugas o sobrepresiones, y prolongar la vida útil de los compresores y depósitos.

Cada instalación puede incluir equipos de diferente capacidad y presión de trabajo, por lo que la documentación a presentar varía según las características de los sistemas. Es fundamental conocer:

  • Presión de diseño

  • Presión máxima soportada

  • Número de registro

  • Fecha de la primera prueba

En BCN Compresores realizamos todas las gestiones necesarias para legalizar los equipos, incluyendo la inspección técnica, la preparación de la documentación y la tramitación ante Industria. Una vez completado el proceso, la instalación recibe su chapa de registro oficial, que acredita su conformidad con la normativa, así como la información mencionada anteriormente.

Tareas de mantenimiento claves para sistemas

La legalización no es un trámite puntual, sino un punto de partida para el mantenimiento preventivo de compresores y la supervisión de las condiciones de trabajo.

Un sistema correctamente mantenido conserva su presión de servicio y evita fugas que comprometen la seguridad y el consumo eléctrico. De hecho, una presión mal calibrada puede incrementar el gasto energético hasta en un 10 %, motivo por el cual muchos responsables de mantenimiento optan por compresores de ahorro energético o de velocidad variable que optimizan la producción de aire.

El control de la calidad del aire también resulta decisivo. La presencia de humedad o partículas sólidas afecta al rendimiento y puede invalidar una certificación si no se dispone de secadores de aire comprimido adecuados. Mantener el sistema limpio y dentro de los parámetros legales no solo garantiza el cumplimiento normativo, sino que también alarga la vida útil de los equipos.

En resumen, es crucial que todo sistema cuente con su legalización de aire comprimido para cumplir con la ley y anticiparse a posibles daños con los programas de revisión y mantenimiento.

Si desea más información o desea legalizar un sistema de aire comprimido, póngase en contacto con nuestro equipo.

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Autor:
BCN Compresores
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